Bigatti se interesó por la obra pública monumental desde los años 30. Así llevó a cabo tres importantes conjuntos escultóricos para distintas ciudades argentinas: los dedicados a los generales Bartolomé Mitre (La Plata) y Julio A. Roca (Choele Choel, Río Negro), y Monumento Nacional a la Bandera (Rosario). Éste último fue un proyecto conjunto planeado con los arquitectos Ángel Guido y Alejandro Bustillo y el escultor José Fioravanti.
La inauguración, el 20 de junio de 1957, era la concreción final después de varios intentos frustrados que se habían sucedido desde el siglo XIX, y que habían dejado pendiente la conmemoración de este suceso fundacional de la historia nacional: el lugar histórico donde se había enarbolado la primera bandera el 27 de febrero de 1812. La Patria abanderada y La pampa en bronce, El Este, El Norte, El Océano y algunos relieves en piedra son los grupos escultóricos que Bigatti llevó a cabo para el monumento. Para elaborar La Patria abanderada el escultor realizó modelos en yeso como instancia previa -en distintas escalas- siguiendo el plan original propuesto en el proyecto, para hacer la escultura en piedra travertino. Sin embargo, problemas ajenos a sus intenciones, hizo que esta obra -y otras- fuese realizada en bronce, lo que implicaba que debía “ejecutarse los modelos en tamaño definitivo”, según palabras de Bigatti, al señalar las consecuencias de los cambios y demoras a los que se enfrentó para concluir el trabajo. Por lo mencionado, a esta pieza en yeso analizada aquí, le siguió otra, ya con las dimensiones de la escultura final, que enviaría al taller de fundición.
La Patria Abanderada fue una de las últimas esculturas que el artista ubicó en el monumento, en 1952, sobre un basamento que sugería la proa de un barco, al tiempo que incluía la rosa de los vientos y el lema “La patria a su bandera”. La figura femenina erguida dirige su andar hacia el frente: mirando hacia el Río Paraná, conduciendo a todo el conjunto como una “argentina Victoria de Samotracia”, en palabras del propio Bigatti. Los paños movidos por el viento del atuendo parecen vibrar otorgándole dinamismo a la figura. Las telas cubren la parte inferior del cuerpo y se ajustan a la altura de la cadera, mientras el torso permanece desnudo. El autor propone un rostro caracterizado por la simetría y la síntesis. Si bien hay un anclaje en el arte clásico, el escultor presenta una figura con algunos atributos propios de la iconografía republicana con orígenes en la revolución francesa. Por un lado, con la mano izquierda porta la enseña patria que, en este caso, incluye el sol en su franja central. Atada a una caña tacuara (típicamente americana) el viento la lleva hacia atrás, siendo sostenida con firmeza por los brazos en alto de la mujer. Al mismo tiempo luce el gorro frigio, símbolo de la libertad, por sobre el largo cabello trenzado. Esta obra en bronce es un volumen contundente en la que se hace evidente la influencia de Émile Antoine Bourdelle, su maestro en Paris desde 1923 .Patricia V. Corsani
BIBLIOGRAFÍA 1962 BRUGHETTI, Romualdo. Alfredo Bigatti. Buenos Aires, Ediciones Culturales Argentinas (Biblioteca del Sesquicentenario, serie Argentinos en las artes). 1966 PAYRÓ, Julio E. Bigatti. Buenos Aires, Academia Nacional de Bellas Artes (Monografías de artistas argentinos, 6). 1998 VAN DEURS, Adriana. Alfredo Bigatti. Homenaje en el centenario de su nacimiento (1898-1998). Buenos Aires, Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori. 1990 SEBASTIANELLI, Héctor A. Monumento Nacional a la Bandera. Rosario, Ediciones “De aquí a la vuelta” (Colección “Rosario Historias de aquí a la vuelta”, n° 1). 2014 VV. AA. Alfredo Bigatti. Un constructor de símbolos. Buenos Aires, Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori. 2015 GIMÉNEZ, Carlos G., NAVARRO, Ángel, VAN DEURS, Adriana. Historia y memoria en piedra y bronce: el Monumento a la Bandera en la ciudad de Rosario. Buenos Aires, Diseño-Sociedad Central de Arquitectos (Personajes del siglo XX en la arquitectura y el diseño, n° 3).
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